lunes, 10 de octubre de 2011

VIDA SENCILLA

La vida mejor no suele ser la más complicada, sino la más sencilla. A veces soñamos con realizar muchas cosas o cosas de relieve, que nos den importancia y, sin embargo, comúnmente no podremos realizar ni muchas cosas, ni cosas importantes. En cambio, día a día podemos realizar pocas y sencillas cosas; y esas pocas y sencillas cosas son las que cambiarán nuestra vida y podrán influir en la vida de los que nos rodean. La sencillez suele ser una característica de las obras mejores; en cambio, las grandes obras suelen perder su grandeza, cuando se las complica. El chispazo que ciega no resulta tan útil como la sencilla lámpara, que incesantemente proyecta su débil resplandor.
"Para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brilláis como antorchas en el mundo" (Flp 2,15). Eso tienes que ser tú, en medio del mundo que te rodea, que es un mundo de perdición: semilla de renovación, fuerza de superación. "Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de Dios" (Ap 2,7). El árbol de la Vida, que produce la alegría del Espíritu.

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