jueves, 27 de octubre de 2011

DAME, SEÑOR

Señor, dame una buena digestión y naturalmente alguna cosa que digerir. Dame la salud del cuerpo con el buen humor necesario para mantenerla. Dame un alma sana, Señor, que tenga siempre ante los ojos lo que es bueno y puro, de manera que frente al pecado no me escandalice, sino que sepa encontrar la forma de ponerle remedio. Dame un alma que no conozca el aburrimiento, los refunfuños, los suspiros y los lamentos, y no permitas que me tome demasiado en serio esta cosa tan invasora que se llama “yo”. Dame sentido del humor, dame el don de saber reír con un chiste, a fin de que sepa traer un poco de alegría a la vida y hacer participes a los otros. Amén.

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