viernes, 28 de octubre de 2011

VIDA DIARIA

Cuando el grano de uva es deshecho por la prensa que lo tritura, se convierte en jugo dulce y vitalizador.
Cuando la aceituna para por el molino, se hace aceite suave y acariciante.
Únicamente el dolor nos hará comprender a los demás y ser bálsamo sobre los desgarros y heridas de todos.
Es bello vivir una vida difícil, pero con la sencillez del ambiente diario; a cada acto difícil, a cada momento arduo, ponle el beso de la sencillez.
Las horas más difíciles de nuestra vida son las que mejor nos moldean; las dificultades tallan la verdadera personalidad de cada uno de nosotros.
Así, no te acostumbres a quejarte de las cosas que a diario te suceden; más bien acostúmbrate a ir subiendo la cuesta del cumplimiento de tu deber, repechando sus empinadas laderas y entonando al mismo tiempo un canto a la luz.


“Esta es la alianza que pactaré con ellos, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones y en su mente las gravaré y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya” (Hb 10,16-17)

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