Señor Jesús:
“Aumenta nuestra fe, esperanza y caridad;
Y para conseguir tus promesas,
Concédenos amar tus preceptos”.
De nuevo nos invitas a amar
Pero a hacerlo de verdad y con todas las consecuencias.
Esto es, un amor “con todo el corazón”,
Que nace de la experiencia de ser amados por ti,
Y sentirnos responsables, de que los demás,
A través nuestro, conozcan y saboreen tu amor.
Nos da miedo emplear la palabra amor,
Porque la hemos tergiversado en la práctica,
Y vemos que la desfiguramos, cuando llamamos amor a:
- Relación entre personas, que solo busca el placer,
- Limosna a los otros, que se da de lo que nos sobra,
- Actitud religiosa, que no compromete ni transforma,
- Entrega a otros que no supone sacrificio o renuncia...
Necesitamos imitarte a ti, que eres la “fuente del amor”:
- Mirando a todos por igual y sin acepciones,
- Compartes lo que eres y lo que tienes,
- Ofreces un culto “en espíritu y en verdad”,
- Amas desde la “cruz” y el servicio...
Ayúdanos, Señor Jesús, a amar con sinceridad,
Y a ser testigos de tu Reino,
Pero no olvides que es en ti, donde encontramos luz,
Por eso te decimos:
“Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza”. Amén.
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