sábado, 25 de febrero de 2012

AMAD A VUESTROS ENEMIGOS

¿Cómo entender estas palabras tan exigentes?
¿No serán imposibles?
¿Inútiles?
Jesús me pide que cambie la manera de tratar al que está a mi lado.
¿Es un enemigo, un rival, un farsante?
Es el momento de hacer como Jesús: mirar al otro
como un hermano y amigo.
Con un amor verdadero, grande.
Como Dios lo hace.


¿Será posible?
¿Conseguiré amar, como tú me pides
a quien me hirió, me humillí, me ignoró?
Antes de intentarlo, estoy aquí, delante de ti
para pedir un poco de tu amor.
Solamente después de quedar curado por tu presencia
seré capaz de amar a mi prójimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario