viernes, 5 de febrero de 2010

ENCUENTRO Y SEGUIMIENTO


Dios sale al encuentro de todo ser humano en cualquier situación en la que se encuentre. Fue la experiencia de Isaías, de Pablo y Pedro. Toda circunstancia parece ser apropiada para él: el templo, la labor cotidiana... El encuentro sigue un proceso en el que Dios toma siempre la iniciativa. Luego el ser humano, confiando sobre todo en sus fuerzas, se da cuenta de que se hunde en el mar de esa misión. Sólo fiándose incondicionalmente de Dios, renunciando a tenerlo todo “amarrado”, descubre que puede embarcarse en la aventura a la que es llamado. Y acepta, como los apóstoles, como Isaías: “Aquí estoy, envíame”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario