domingo, 14 de febrero de 2010

COMPROMETERSE

Amigo mío: quiero hacerte dos preguntas, que me parecen importantes, decisivas: ¿Vale la pena entregarse para toda la vida? ¿Es el ser humano capaz de tal decisión?
La alegría sólo se encuentra dándose. Es una consecuencia. Y, me parece, vivimos en un mundo cargado de tristeza. Algo tendrá que ver con la entrega, digo yo. La entrega de lo que soy y tengo.
"El compromiso para ofrecer en primera persona una contribución propia ante las necesidades de este mundo es una gran cosa. ¡Buscad las ocasiones para hacer el bien! ¡El mundo necesita de esta voluntad, necesita de este compromiso! Y luego quizás una palabra sería: ¡el valor de decisiones definitivas! El mundo está en movimiento de manera dramática: ahora puedo disponer continuamente de mi vida entera con todos sus imprevisibles eventos futuros: con una decisión definitiva ¿no ato mi libertad y no me privo de la libertad de movimiento? Despertar el valor de osar decisiones definitivas, que en realidad son las únicas que hacen posible el crecimiento, el camino hacia adelante y el alcanzar cualquier cosa importante en la vida, las únicas que no destruyen la libertad, si no que le ofrecen la justa dirección en el espacio. Arriesgar esto, este salto -por así decir- en el definitivo, y con eso acoger plenamente la vida, esto es algo que con dicha quisiera poder comunicar".
Amigo mío, te invito a probar. Creo que vale la pena.

1 comentario:

  1. Cuando alguien se preocupa no solamente de informarse de los problemas que puedan haber, sino tambien de ayudar, es porque aunque viva 200 años, sin querer siempre estará al pié del cañón. Algunos persiguen la felicidad; otros la crean.

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