jueves, 8 de octubre de 2009

VERDAD Y LIBERTAD


Cuando la libertad es víctima de definiciones simplistas, eso constituye un verdadero ataque a la libertad. Si hay un común denominador en los 127 resúmenes anteriores de esta publicación, ése es la defensa de la libertad. Y esa defensa choca fuerte y de frente con quienes entienden a la libertad de una manera primitiva. Cuando alguien define a la libertad como el simplista establecimiento de más y mayores derechos individuales, lejos de fomentar a la libertad, la está destruyendo.Pocas cosas causan tanto desagrado como el encontrar a quien cree que defiende a la libertad con la ampliación de los derechos, como si la libertad fuera una lista cada vez mayor de cosas posibles de hacer y a la que cada día pueden añadirse más cosas, dependiendo de las preferencias personales. En una breve publicación, de mal formato, sin embargo, fue encontrada una idea que en unas pocas páginas trata el tema de esas definiciones simplistas de libertad. Su autor fue el entonces Cardenal Ratzinger. El texto encontrado, por cierto, es difícil y obtener de él un resumen sencillo lo es aún más. Podría haber sido escrito ese texto por un laico o por un religioso, pero sin duda no podría hacer sido escrito por alguien que no tiene una aguda visión de la libertad. Una vez leída esta carta, conviene que el lector acuda al original para entrar más en el detalle de los razonamientos encontrados allí. En fin, si usted no acepta definiciones simplistas de la libertad, prepárese para un festín.Esta carta contiene una idea tomada de la obra de Ratzinger, Joseph (1997). LA FE COMO CAMINO. Barcelona. Ediciones internacionales universitarias. 8489893055, capítulo 1 Cuestiones Fundamentales, sección 1 Libertad y Verdad, pp. 13-26.

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