sábado, 28 de enero de 2012

VERDADES COMO PUÑOS (2)

Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas, y te ayuda para que puedas (San Agustín)

LA ORACIÓN DE LOS QUE BUSCAN EL BIEN

Señor Jesús,
Con tu mensaje y tus enseñanzas
Sorprendiste a mucha gente
Durante los años de tu vida pública.
Ahora, en este siglo XXI,
También sorprendes a nuestros contemporáneos,
E incluso dejas a numerosas personas indiferentes.
En nuestra sociedad, son muchos los que
Te dejan de tener en su vida
La oración y los sacramentos
Como los grandes instrumentos de la fe.
Dios nuestro,
¡Llénanos de tu gracia para buscar el bien,
No sólo corrigiendo nuestras faltas,
Sino llenando nuestro mundo con el amor
Y el perdón que tú nos ofreces!
¡Ayúdanos, Señor, a tener la palabra adecuada
Cuando alguien se dirige a nosotros
Para buscar tu presencia!
Padre, ¡aumenta nuestra fe en los momentos de duda,
Y sobre todo haz que amemos
A los cercanos y a los lejanos
Desde una actitud constructiva,
Viendo a tu hijo Jesús en cada persona!
Buen Jesús,
¡Vela por nuestro crecimiento
En la esperanza y el amor!
Amén.

RUTINA O NOVEDAD

Ante el modo de enseñar de Jesús, la gente quedaba “asombrada”. Y el autor del evangelio lo atribuye al hecho de que “enseñaba, no como los letrados, sino con autoridad”.
Generalmente, la gente queda asombrada cuando el mensaje que oye le suena a “nuevo” y, al mismo tiempo, encuentra “eco” en su interior. Y eso ocurre porque quien habla “conecta” con la realidad que, aunque quizás dormida, habita ya en los oyentes.
Si no hay novedad, no es fácil que se produzca asombro; la rutina provoca sólo, según los casos, sueño, autosatisfacción o enardecimiento (cuando los eslóganes conocidos fomentan el fanatismo).
Pero si es sólo “novedad”, el asombro será superficial y pasará tan rápidamente como llegó. Y ése no parece que fue el caso de Jesús. La gente que lo escucha queda “asombrada”, porque se ha sentido “tocada” por lo que dice el maestro: éste ha sabido “poner palabras” a lo que ellos ya sentían o intuían, aun sin haberlo hecho consciente.
A este modo de hablar, Marcos lo llama “enseñar con autoridad”. “Autoridad” es lo opuesto a imposición. Del latín “augere”, significa “aumentar” y, en cierto sentido, aupar.
Más allá de los términos, cuyo valor es siempre limitado, en sociología suele distinguirse entre “autoridad” y “poder”: este último se basa en la fuerza; aquélla, en el carisma personal o en el reconocimiento merecido por el propio comportamiento. Uno busca la sumisión; la otra no tiene más objetivo que el bien de la persona y su crecimiento.
Ante el poder, el oyente puede sentir miedo; ante la autoridad, confianza y ánimo.

El propio evangelista contrapone el modo de enseñar de Jesús con el de los letrados. Estos eran los “teólogos oficiales” del judaísmo. Al parecer, su enseñanza no provocaba asombro. Probablemente, lo que hacían era repetir las palabras de la Torah y las interpretaciones recibidas de doctores anteriores a ellos.
Eso es un ejercicio de erudición, que suele dejar fríos los corazones de los oyentes. Se transmite doctrina, pero no hay vida; no se sale de la ortodoxia, pero falta experiencia personal de lo que se habla y “novedad” que nace de la hondura.
Los “letrados” de todos los tiempos y latitudes tienden a ofrecer “doctrina enlatada”, a la que asienten cansinamente los fieles, pero que no aporta nada nuevo. Suele ser un recitado de conceptos aprendidos, adornados con opiniones de letrados anteriores o de superiores jerárquicos, como si la falta de experiencia de lo que se dice se quisiera compensar con la multitud de citas de otras “autoridades”.
En un trabajo reciente, el teólogo jesuita Aloysius Pieris afirma que el enfoque escolástico, para hablar de la espiritualidad, no es más que la propia timidez escondiéndose tras la autoridad de fuentes secundarias. Y comenta que Ignacio de Loyola se lamentaba de que el estudio de la teología escolástica había secado su corazón, por lo que recomendaba el estudio de la teología positiva o afectiva de los Padres de la Iglesia.

En cualquier caso, el verdadero maestro habla de lo que ha visto y experimentado. Por eso, se atreve a hacerlo en primera persona. Ha pasado por un proceso en el que ha experimentado la prueba, aprendiendo a “poner nombre” a lo que iba viviendo.
En ese recorrido, ha sido llevado a honduras que, sin pretenderlo, le permiten conectar con las vivencias más profundas de las personas que, a su vez, se sienten reconocidas y “leídas” en su interior. Es comprensible: en lo hondo, todos estamos ya conectados; como los islotes que aparecen separados en la superficie, pero que en realidad comparten la misma tierra común en niveles subterráneos; como los pozos que vemos igualmente separados, pero que no son sino portadores de la misma agua que, subterráneamente, los “une” a todos.
Javier Melloni habla de las “tres etapas” por las que pasan las religiones: la chamánica, la sacerdotal y la de sabiduría. La primera está caracterizada por la novedad, que aporta el “iniciador” de la misma. La segunda, por la repetición que busca conservar lo recibido: es la tarea del clero. La tercera, finalmente, por la interiorización del mensaje, que hace superflua tanto la rigidez de la etapa anterior como el rol del “clero” como una clase separada.
Según este esquema, parece claro que en la segunda de esas etapas no puede haber novedad; más aún, todo lo que suene a nuevo será visto como peligroso y, con frecuencia, perseguido. La prioridad, en esa etapa, consiste precisamente en no alterar nada de lo recibido de la tradición anterior.
Indudablemente, esta rigidez otorga seguridad –“siempre se ha hecho así”-, a la vez que poder a la clase sacerdotal, encargada de la vigilancia doctrinal u ortodoxia. Pero conlleva el riesgo de esclerotizarse, alejándose cada vez más de la vida y de las preocupaciones de las personas.
El contraste, por tanto, es patente: el maestro espiritual –en nuestro caso, Jesús- es alguien que crea algo nuevo; la clase sacerdotal, por el contrario –incluso siendo sucesora de ese mismo maestro-, busca por encima de todo conservar. El mensaje de ésta tiende a ser, por su propio papel, reiterativo y rutinario; el del maestro, sin embargo, por más veces que se le escuche, siempre sabe a nuevo.
Se comprende también que, precisamente por enseñar algo “nuevo”, Jesús fuera acusado de “blasfemo” por la autoridad sacerdotal, que no cejó hasta conseguir que fuera ejecutado.

Parece que nos encontramos en un momento en el que podemos superar la segunda etapa –de la rigidez doctrinal-, gracias a la interiorización del mensaje de Jesús. Si lo hacemos, conectaremos con aquella misma novedad del maestro –expresada hoy, lógicamente, en nuestro propio lenguaje o “idioma cultural”-, y podremos llevar algo de luz y de calor a tanta gente que busca, porque se sentirá “alcanzada” en su corazón.
Esto requiere que, siguiendo a nuestro “maestro interior”, pasemos por la experiencia, recorriendo nuestro propio camino espiritual. Ese camino nos conducirá más y más a nuestro “centro”, ese centro que compartimos con todos los seres. Por eso, cuando hablemos desde él, notaremos vibrar los corazones de quienes nos escuchan.

El evangelista escenifica el “enseñar con autoridad” de Jesús en un relato de exorcismo. Más allá de las explicaciones que se puedan dar de este fenómeno (he intentado resumirlas en el libro Sabiduría para despertar. Una lectura transpersonal del evangelio de Marcos, Desclée de Brouwer, Bilbao 2011, pp. 57-58), parece claro que “habla con autoridad” quien es capaz de domeñar sus propios “demonios interiores”, todo aquello que tiende a arrebatarnos la libertad interior: nuestros miedos, necesidades, mecanismos o funcionamientos que nacen del ego y giran en torno a él.
Por eso, “hablar con autoridad” implica una desapropiación del propio ego. Y así comprendemos las tres características básicas de un maestro espiritual: la experiencia personal, la humildad y la coherencia o integridad. Tres rasgos que caracterizaron también al maestro de Nazaret, tal como se recoge en los textos:

• “Doy testimonio de lo que he visto” (Juan 3,32).
• “Aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón” (Mateo 11,29).
• “Sabemos que eres sincero… y muestras con verdad el camino” (Marcos 12,14).

www.enriquemartinezlozano.com

JESÚS Y LA FAMILIA

Jesús inaugura un nuevo orden. Deconstruye la familia tradicional e inaugura otra en la que el elemento fundante sea el cumplimiento de la voluntad de Dios. Ya no existe sometimiento forzoso, ni patriarcalismo agobiante. Lo importante es rescatar a la persona y crean una fraternidad universal. Esa nueva estructura familiar que quiere crear Jesús, desestabiliza. Rompe no solo las estructuras sociales, sino también los privilegios que todos buscamos y nos arrogamos. ¿De verdad estamos dispuestos a abandonar todos los privilegios? ¿Queremos con sinceridad adentrarnos en esa relación de fraternidad universal? ¿Por dónde podemos empezar?

VERDADES COMO PUÑOS

Toda la gente piensa en cambiar la humanidad, pero nadie piensa en cambiar él mismo (León Tolstoi)

POR LA FAMILIA

Señor Jesucristo, haz de nuestras casas y de nuestras comunidades lugares de fraternidad. Haz surgir en ellas corrientes de vida sensibles y cálidas, para que nos escuchemos, nos comprendamos, nos celebremos como hijos e hijas de un mismo Padre. Y que esa comunidad fraterna e igualitaria se extienda por todo el mundo.

ORACIÓN DEL DISCÍPULO

SEÑOR, VEN A MI.
En éste instante me entrego a Ti,
Como instrumento físico para Tu tarea.
ENTRA SEÑOR EN MI CUERPO
Te entrego mis ojos, para que Tu mirada inunde de LUZ,
a los hombres;
Te entrego mi lengua, para que Tu palabra los colme
de sabiduría y esperanza;
Te entrego mis oídos, para que escuches el llanto de los que sufren
y la risa de los niños;
Te entrego mis manos, para que sanes a los enfermos
y acaricies a todos los seres;
Te entrego mis pies, para que camines por el mundo.
ENTRA SEÑOR EN MI CORAZÓN
Desde aquí, irradia AMOR a todo lo viviente:
Trasmuta deseos y pasiones, en sentimientos de alegría,
compasión, ternura y armonía.
ENTRA SEÑOR EN MI MENTE
Desde aquí, irradia Tu PAZ;
Disuelve todos los pensamientos negativos
que separan a los hombres de Ti.
TE AMO SEÑOR, CON TODO MI CORAZÓN,
MI CUERPO Y MI MENTE
MAS YA NO SOY YO,
SINO TU, EN MI
Y EL PADRE EN NOSOTROS.

jueves, 5 de enero de 2012

ANUNCIO DE LAS FIESTAS LITÚRGICAS DEL AÑO 2012

La gloria del Señor se ha manifestado en Belén
Y seguirá manifestándose entre nosotros
Hasta el día de su retorno glorioso.
Por eso os anuncio con gozo, hermanos y hermanas
Que así como nos hemos alegrado en estas fiestas
De la Navidad de nuestro Señor Jesucristo,
Nos alegraremos también en la gran celebración pascual
De la Resurrección de nuestro Salvador.
Así pues, sabed que este año
La ejercitación de la Cuaresma,
Que nos prepara para la Pascua,
Comenzará el día 22 de febrero, Miércoles de Ceniza,
Y del 6 al 8 de abril celebraremos con fe el Triduo Pascual
De la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesús.
El día 8 de abril será la Pascua,
La fiesta más grande del año.
Y al cabo de cincuenta días,
Como culminación de la cincuentena pascual,
El domingo 27 de mayo,
Celebraremos la solemnidad de Pentecostés,
El don que Jesús resucitado hace a su Iglesia:
Su Espíritu Santo.
Cada domingo nos reuniremos para celebrar la Eucaristía
Conmemorando la resurrección del Señor,
Y veneraremos también la memoria de la Virgen en sus fiestas,
Y de tantos hermanos santos y santas
Que nos acompañan en nuestro camino.
Y ya al finalizar el año, el día 2 de diciembre,
Iniciaremos un nuevo año litúrgico
Con la celebración del domingo primero
Del Adviento de nuestro Señor Jesucristo.
A él todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 4 de enero de 2012

Bendición para el año 2012 (San Francisco de Asis)

El Señor te bendiga y te guarde.
+ El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti.
+ Vuelva el Señor su rostro hacia ti y te conceda la paz.
+ El Señor bendiga + este su siervo.

PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE COMPOSTELA 2012

Para el próximo verano vamos a organizar desde la parroquia de Terramelar una peregrinación a Santiago de Compostela. Las fechas, del 10 al 18 de agosto. Precio 350 Euros. Para hacer la reserva deberéis poneros en contacto conmigo para así deciros el resto de condiciones. Las plazas limitadas (50) así que los primeros serán los que vendrán. Animaros.

REYES QUE VENÍS POR ELLAS...

Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Mirando sus luces bellas, no sigáis la vuestra ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto, si habéis hallado puerto no busquéis estrellas ya.
No busquéis la estrella ahora: que su luz ha oscurecido este Sol recién nacido en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas, el Niño os alumbra ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto, si habéis hallado puerto no busquéis estrellas ya.
Aunque eclipsarse pretende, no reparéis en su llanto, porque nunca llueve tanto como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas la estrella oscurecen ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto, si habéis hallado puerto no busquéis estrellas ya.

EL VERDADERO HOMBRE FELIZ EN NAVIDAD

• Feliz el hombre que hace el bien y practica la justicia.
• Feliz el hombre que no sigue los caminos impuestos por el poder y el consumo.
• Feliz el hombre que no hace del dinero un dios, sino que confía y se apoya en su Creador.
• Feliz el hombre que emprende el camino de su existencia sin querer conocer previamente todas las etapas, sino que espera en cada instante la Palabra de Dios.
• Feliz el hombre que no sigue el camino del mal, aunque se le presente más atractivo, sino que se deja llevar por la bondad de su corazón que no le traiciona.
• Feliz el hombre que hace el bien y practica la justicia, el gozo y la alegría brotan de su corazón, como de su manantial. Su vida será fructífera cual árbol que crece junto al cauce del río.
• Feliz el hombre que elige a Dios por herencia porque no quedará defraudado: el Señor mismo se hará su recompensa.

ORACIÓN PARA SONREIR

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.

Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.

Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.

Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.

-Madre Teresa de Calcuta

COMENZAR BIEN EL AÑO

ORACIÓN PARA PEDIR
LA FELICIDAD EN EL NUEVO AÑO
Te pedimos, Señor, paz y felicidad en el nuevo año.
Que seamos felices, Señor, en esta tierra nuestra:
Ella nos sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón: Nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.
Que seamos felices, Señor, con la justicia:
Sin ella no hay humanidad.
Que seamos felices, Señor, con la ternura:
Es el único sol necesario para alumbrar días y noches.
Que seamos felices, Señor, en este nuevo año de 2012
Lo necesitamos.
Es deseo y don tuyo.
Amén.