lunes, 29 de noviembre de 2010

SOBRE EL USO DEL PRESERVATIVO


Libertad y verdad. Esas palabras deberían estar presentes siempre en nuestras vidad. Comento los que se cuenta, que dice el libro del Papa, en una entrevista que se le hace y que ahora se ha publicado. De lo que dicen que dice a lo que realmente dice va un buen trecho. Y no dice más de lo que la Iglesia y el mismo Papa ya afirmaban sobre el uso del presenvativo. Habrá que leer el libro y no dejarse embaucar por informaciones falsas o con medias tintas. Lo que está claro es que no autoriza el uso del preservativo, sino que "parece ser" (porque aún no he leído con detenimiento el libro) que dice que siempre ante la posibilidad de un comportamiento no claro en conciencia por parte de una persona, siempre buscar el mal menor. Esto, como sabéis es discutible, pero es más o menos lo que pretende el Pontífice con sus afirmaciones. Así que no echemos las campanas al vuelo ni nos rasguemos las vestiduras. Seamos racionales, críticos y al mismo tiempo no nos fiemos de lo que nos dicen sin contrastar las informaciones. De lo veas, la mitad, y de lo que te cuenten... como dice un comentario de otro bloguero:


se dio un breve anticipo por parte de L’Osservatore Romano del próximo libro-entrevista de Peter Seewald con Benedicto XVI que trata una docena larga de temas: la tolerancia, los abusos de menores por parte de clérigos, el islam, la mujer, la naturaleza de la Iglesia... Pero todos los comentarios se han centrado en un pasaje donde el Papa dice que en algún caso usar el preservativo podría ser mejor que no usarlo. Algunos han interpretado que con esto cambia la postura de la Iglesia. Como se puede ver en el texto original, del que ofrecemos una traducción, Benedicto XVI no da una norma general, sino que se refiere a un caso muy particular.
HAY QUE LEER LAS COSAS, Y LEERLAS BIEN, ANTES DE PODER OPINAR Y CRITICAR.

MÁS DE LOS MISMO


La semana pasada os informaba que estaba leyendo el nuevo libro de S. Hawking, El gran diseño, y que de entrada las primeras páginas me resultaban un poco pretenciosas. He concluido su lectura, y aunque la verdad es que la propuesta de la Teoría M me ha resultado interesante, no creo que hay que oponer la demostración de esta teoría con la posibilidad de la existencia de Dios. Según los autores de la obra, la realidad sólo es aprehensible a través de unos modelos de la misma, es decir, que no hay una realidad absoluta, sino como decía Ortega y Gasset, las cosas son del color del cristal con que se mira. Muy bien. Además proponen en su teoría que hay 10 dimensiones espaciales, más una temporal que sólo se da en nuestro universo, uno de los 10 elevado a 500 universos posibles, aunque no tan posibles porque ellos pretenden demostrar su existencia. Es lo que los científicos ya habían bautizado hace años como "multiverso". Hasta ahí todo claro. Lo que ocurre es que dicen que la dimensión temporal (una más de las dimensiones espaciales) sólo se da en nuestro universo, y que por tanto no es necesaria en la formación del resto de universos, ya que además el tiempo no existe como tal porque no hubo un punto cero. No hubo un momento de producirse el Big Bang, y por tanto no hace falta nadie que origine, temporalmente, la existencia de nuestro universo, ni el de ningún otro universo, por tanto no hace falta un hacedor, un creador... No voy a describir con minuciosidad su Teoría M, ya que ni soy experto, ni pretendo privaros de la lectura del libro que en muchos aspectos, y como amante de la ciencia, me ha resultado interesante. Pero en el fondo, más de lo mismo: nos cargamos la dimensión temporal con una teoría que sólo puede demostrarse con papel y con fórmulas matemáticas (que aún está por ver si pueden) y así nos cargamos la existencia de Dios. Proponen la Teoría M como la teoría definitiva (eso lo han dicho a lo largo de siglos muchos otros científicos proponiendo nuevas y definitivas teorías, y aún estamos en ello), aunque no es conclusiva esta afirmación. Bueno, que para los que no quieren creer, ni aunque vean resucitar un muerto, creerán. Ya digo, es una teoría intersante, pero una cosa no está reñida con la aceptación de la existencia de Dios, al menos como posibilidad, ya que si ellos no pueden demostrar (fuera de las elucubraciones matemáticas) su Teoría M ¿por qué pretenden que nosotros nos pasemos nuestra existencia intentando demostrar empíricamente la existencia de Dios? Como decía Bertran Russell, me aburren estos científicos (él lo aplicaba a los ateos) que se pasan la vida hablando de Dios y su existencia (en este caso su no existencia). Ciencia y religión no se excluyen, se complementan. Pertenencen a dos dimensiones esenciales de la existencia humana.

martes, 23 de noviembre de 2010

EL ROSTRO COMPASIVO Y CERCANO DE DIOS


Hoy hemos tenido Claustro de formación y pastoral en el colegio. Ha venido Toni Catalá, Jesuita valenciano, profesor de Cristología en Barcelona y persona que ha estado muy vinculado a la pastoral de los alejados desde hace mucho tiempo. Yo había tenido la oportunidad de escucharle en diversas tandas de ejercicios espirituales para sacerdotes, la última hace un par de años en Santo Espíritu del Monte. La verdad es que escuchar palabras así, te da ánimo, porque ves que las ideas que uno tiene son compartidas por otras muchas personas dentro de esta familia nuestra que es la Iglesia. De todas las ideas una esencial: más valdría no creer en Dios que tener una idea falsa de ese Dios que Jesucristo no nos ha transmitido.

lunes, 22 de noviembre de 2010

LA FILOSOFÍA HA MUERTO



Esta es la afirmación que encontramos en el recien publicado libro polémico de Stephen Hawing y Leonard Mlodinow, El gran diseño, de la editorial Crítica. Afirmación que encontramos en la primera página (11). Hoy mismo he adquirido un ejemplar de esta obra y he iniciado su lectura. Una lectura de entrada interesante, aunque no he pasado aún del segundo capítulo. Hace unos años tuve la oportunidad de leer Breve historia del Tiempo de Hawking, y El universo en una cáscara de nuéz. Me parecieron muy interesantes en sus afirmaciones y en sus contenidos ya que aunque soy una persona educada en el ámbito de las letras y las ciencias humanas y sociales, no niego el gran interés que los temas de Física y Astronomía me han suscitado siempre. En aquellas obras Hawking afirmaba que con las teorías propuestas podía afirmar el origen del universo que conocemos, pero no lo que había antes, ya que eso suponía entrar en la mente de Dios. Dejaba abierta la posibilidad de que existencia de Dios y Leyes físicas pudiesen no estar enfrentados. Después de casi 20 años, como los mismos autores afirman en este librlo, las cosas parecen haber cambiado. Tanto, como para afirmar, no sólo la muerte de Dios, sino la muerte de la propia filosofía y de la realidad basada en el sentido común. No quiero aventurarme más, y prometo que en próximos comentarios, en la medida que vaya leyendo el libro, iré realizando mis modestas aportaciones.